Todos tenemos la certeza que muchos adultos mayores son frágiles, pero ¿Quién es un adulto mayor frágil y que significa el síndrome de fragilidad?
El adulto mayor frágil tiene un estado con reservas fisiológicas disminuidas, lo que conlleva asociado un aumento de riesgo de incapacidad, una pérdida de la resistencia y un aumento de la vulnerabilidad.
El síndrome de fragilidad es una combinación del proceso de envejecimiento natural y una variedad de problemas médicos. Su reconocimiento es sumamente importante y debe ser sistemáticamente buscado en el contexto de la valoración geriátrica integral. Inicialmente existe dificultad en su diferenciación con el envejecimiento natural, pues no es exactamente una enfermedad sino un estado intermedio entre el estar sano y estar enfermo; sin embargo, si no existe intervención oportuna causan un deterioro clínico continuo, con bajo índice de recuperación y presagio de muerte. Cada una de las características clínicas que conforman el síndrome de fragilidad ha sido mostrada altamente predictiva de un rango de resultados adversos. El fenotipo de fragilidad también tiene una variabilidad en su presentación no siendo siempre un individuo frágil igual al otro.
CRITERIO DE SÍNDROME DE FRAGILIDAD | |||
1. Pérdida de peso involuntaria (4.5 Kg. a más por año). 2. Sentimiento de agotamiento general. 3. Debilidad (medida por fuerza de prehensión). 4. Lenta velocidad al caminar (basados en una distancia de 4.6 m). 5. Bajo nivel de actividad física (menor de 400 calorias a la semana). |
Manejo y Tratamiento
Es necesario previamente tener una cuidadosa atención e identificar la fragilidad secundaria debido a una enfermedad latente, no tratada que explica la pérdida de peso, disminución de ingesta, debilidad. Un número grande de enfermedades pueden ser responsables, incluyen insuficiencia cardiaca congestiva, diabetes mellitus, enfermedad tiroidea, infecciones crónicas. Causas no diagnosticadas, depresión, psicosis, demencia, etc.. Estas condiciones tienen tratamiento respectivo y medidas comunes de soporte.
Si el síndrome de fragilidad parece ser primario, una meta seria empezar las intervenciones de soporte temprana. Estas medidas incluyen mejorar las condiciones ambientales que puedan acelerar las manifestación de fragilidad, mejorar la nutrición con suplementación, prescripción regular de ejercicios.
Hay ahora buena evidencia que indica el beneficio de los ejercicios especialmente ejercicios de resistencia, demostrándose que en 10 semanas los adultos mayores mejoran su fuerza, mejorar su velocidad para la marcha y subir peldaños, así como aumentan su actividad física espontáneamente.
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